Escuela Angelina Salas Olivares

Una Educación de Calidad se caracteriza porque el proceso de enseñanza y la actividad de aprender son compartidas por todos, se desarrolla en un contexto de sana convivencia y se alimenta de la participación de todos los actores, como Docentes, Padres, Madres, Alumnos, Asistentes de la Educación y Directivos; también se caracteriza  porque ese proceso tiene como efecto que todos aprenden lo que se espera que aprendan, no solo en términos cognitivos, sino también en términos de ciudadanía, valores compartidos e integración social y cultural, lo que incluye aprender a vivir con otros y participar en la sociedad.

Por eso, todas las orientaciones para políticas públicas deben buscar reforzar la calidad de los ambientes escolares desde una perspectiva multi-dimensional que, le permitan instalar en el país un concepto de calidad educativa, que amplíe la restringida orientación en rendimiento.

Pero además, estas políticas públicas deben reclamar con claridad y coherencia el eje valórico – político que el proyecto educativo presenta. Esto implica un gran compromiso y una gestión de la función del Ministerio de Educación respecto del mejoramiento de la Educación Pública, porque  la historia de la Educación Pública en Chile, ha demostrado que no existe un proyecto técnico, neutro y de sólo eficacia escolar y que no cuente con una finalidad clara que pregunte: ¿Educación para qué? Y ¿Educación para quienes?.

En consecuencia,  hoy mas que nunca el país requiere de una orientación y respuestas precisas a este tipo de interrogantes. Para ello, esta sociedad a través de múltiples redes colaborativas y demandantes están exigiendo una estrecha vinculación entre rendimiento y calidad del ambiente escolar, donde la concepción de liderazgo del Director, debe ser de carácter relacional, donde se generen las condiciones que permitan promover la estabilidad de los profesores, donde todas las actividades que realiza el docente en cuanto a estrategias pedagógicas y gestión del clima del aula tienen como objetivo el aprendizaje de todos los alumnos y donde se propicie la construcción de comunidades inclusivas y diversas.

Que duda cabe, Chile lleva varias décadas liderando la región en temas de evaluación educativa basada en estándares, sin embargo, los resultados de nuestra prueba nacional por excelencia, el SIMCE, son muy preocupantes.

Aún más, cada vez que Chile ha participado en mediciones internacionales basadas en esos estándares de aprendizajes ocurre que, junto con compararnos con otros países, cuyo nivel de desarrollo social y económico deseamos alcanzar, como por ejemplo, los países de la OCDE, les mostramos y nos mostramos  nuestras inequidades educativas.

Por último, es de suma importancia, comprometer a todos los actores y responsables en el proceso de una educación pública de calidad,  donde la Municipalidad, a través de su Alcalde y su Concejo Municipal deben impulsar y apoyar, no sólo una estrategia de desarrollo en políticas educacionales, sino que también aportar los recursos financieros e institucionales que hagan posible complementar los aportes del Estado para alcanzar niveles de éxito y mejoramientos de umbrales en la calidad de vida de todos sus habitantes, especialmente de su población en edad escolar para que realmente sean uno de los motores relevantes de un verdadero crecimiento y consolidación de una comunidad Chañaralina que mira con esperanza y optimismo un mañana de muchos logros.

A eso aspiramos y con esa responsabilidad asumimos este hermoso desafío que, con el compromiso de todos y durante los próximos años logremos consolidar una Educación con mejores oportunidades y mayor justicia social.